RENTAR
VS
COMPRAR
No realizas un desembolso fuerte como en la compra de un equipo, además puedes deducir el 100% del gasto.
Te mantienes a la vanguardia tecnológica, ya que puedes renovar el equipo al término del contrato.
Tienes la opción de tener todo incluido (equipo, consumibles y mantenimiento, evitando pagar pólizas de servicio).
Garantizas el precio por la duración del contrato, sin considerar fluctuaciones en el tipo de cambio ni de inflación
No adquieres la obligación de cumplir con un plazo forzoso ni el compromiso de pago a largo plazo.
Deducción fiscal del gasto en 3 años.
Se adquiere la propiedad del equipo. Tú decides qué hacer con él.
La operación puede ser un poco más económica.